Llegan los días más especiales de la Navidad y se multiplican las imágenes de salones llenos de papeles de regalo rotos, juguetes por todas partes y niños que, tras una ráfaga de emoción, parece que no han tenido suficiente. ¿Es esto correcto? ¿Cuántos regalos se deberían hacer a los niños en esta época? Desde Psicologuiños, tus especialistas en psicología infantil y juvenil en Tui, vamos a dejar que sean los verdaderos expertos los que den respuesta a la pregunta: Papá Noel y los Reyes Magos se ponen desde este momento a los mandos de nuestro artículo.
Un consejo desde la magia navideña
Papá Noel y los Reyes Magos lo tenemos muy claro: la magia de la Navidad es maravillosa, pero nuestra misión no es llenar casas de juguetes, sino corazones de ilusión. Por eso mismo, con nuestros regalos buscamos que abrir un regalo sea algo verdaderamente especial y único. Si llenamos sus salones con decenas de regalos, los más pequeños entran en una especie de saturación que les provoca perder su capacidad de valorar. Al final pasa lo que vemos cada año: que muchos juguetes de los que hemos repartido quedan olvidados en un rincón, perdiendo parte de la esencia de estos días tan especiales.
Calidad sobre cantidad: nuestra regla de oro
Elegir menos regalos, pero más significativos ayuda a los niños a apreciar lo que tienen. ¡Confía en nosotros porque la experiencia de repartirlos nos hace verlo todos los años! Tanto en trineo como a lomos de nuestros camellos, preferimos fomentar la creatividad, o incluso obsequiar a nuestros niños con un regalo que les permita pasar más tiempo en familia. Estas fechas, además, son ideales para enseñar a disfrutar de las cosas pequeñas, alejando en la medida de lo posible el objetivo del “más y más”.
Enseñar a valorar es un regalo para toda la vida
Otro aspecto esencial en el que hacemos mucho énfasis es que la noche del 24 de diciembre y del 5 de enero hay que mostrar a los más pequeños que cada regalo tiene detrás un esfuerzo y una intención. Cuéntales que hacemos largos viajes desde el Polo Norte y desde lejanos desiertos para llevar alegría, haciéndoles ver que no todo llega mágicamente (bueno, un poco sí). No olvides que también son las fechas perfectas para donar juguetes que ya no usen, fomentando valores como la solidaridad y la empatía.
La magia está en los detalles
¡Las próximas navidades, como todos los años, pasaremos por tu salón! Pero nos encantaría que la magia de las mañanas en las que se abren los regalos no se vean como una competición por ver quién tiene más: queremos ver alegría y valores reforzados. Así, construirás recuerdos imborrables, no montañas de cosas olvidadas.
Porque al final, tanto Papá Noel como los Reyes Magos coincidimos en algo: el mejor regalo que puedes darles es tiempo, amor y enseñarles a disfrutar de lo verdaderamente importante.